Què es la mùsica?

El diccionario de la lengua tal vez pueda ayudarnos en conseguir una posible definición, explicando la música como una de las bellas artes concerniente a la combinación de sonidos, para expresar, por medio de la belleza, el pensamiento y el sentir. Si bien esta definición puede parecernos la más adecuada, no es del todo satisfactoria, pues descarta la posibilidad que un simple sonido pueda ser clasificado como música. En China, el desnudo tañido de una campana que emite una nota larga, cóncava y monótona, representa ya de por si música.

La música se remonta a la más remota antigüedad. Desde cuatro milenios antes de nuestra Era, los chinos y egipcios, junto al canto y al baile, cuyo origen puede remontarse a la prehistoria, poseían gran número de instrumentos musicales.

Frente a la extrema complejidad que nos ofrece la música, resulta casi imposible remontarse a aquel lejano momento en que el arte musical comenzó a existir. Ni siquiera los musicólogos y los historiadores se sienten capaces de emitir un juicio válido sobre sus orígenes. Hay quien asegura que la primera expresión fue el canto, en tanto que otros defienden en sus teorías que fueron los tambores el primer medio musical del que se valió el hombre, tal vez para acompañar ritos fúnebres, o para invocar a los dioses con ritmo mimético de cuero, unas mejores cosechas y mayor abundancia para el campo.

Desgraciadamente, si las pinturas y los bajorrelieves nos han revelado la forma y el género de estos instrumentos (arpas, citaras, guitarras, flautas de pan, trompetas, trombones, platillos, castañuelas, etc.), no podemos afirmar nada preciso en cuanto al estilo y la notación en uso en estas épocas remotas. En efecto, no hay nada que haga presentir escritura musical alguna entre los antiguos egipcios ni entre los caldeos y hebreos. Es probable que las primeras músicas rudimentarias fuesen transmitidas por tradición oral, como ocurre ahora en numerosas canciones populares.


Los griegos, como los romanos, no conocían la armonía ni la melodía bajo la forma actual. El interés musical residía exclusivamente en las combinaciones rítmicas; su música tenía cierta analogía con la música oriental actual, y poseían un sistema con signos particulares de “valores” y de “silencios”.

Hoy tendemos a considerar a la música como un entretenimiento, como un medio de relajación tras una jornada dura y laboriosa, pero si tenemos en cuenta la historia, advertimos la importancia que obtuvo en otro tiempo. Vemos en el mundo helénico cómo fue un elemento más en las campañas bélicas, utilizándola como estímulo para enardecer a los soldados griegos en sus empresas. Todavía hoy, las naciones se valen de este milenario arte para difundir entre la población un espíritu patriótico. El arte está envuelto en una constante ebullición que atañe al fondo y, sobre todo, a la forma. La música, como arte, está implicada en ese desarrollo, y el compositor, artífice de la misma, tiene parte directa en la creación del nuevo léxico musical. De todos modos, y aunque parezca una contradicción, a medida que el tiempo pasa, el artista busca una mayor sencillez a la hora de componer una obra. Viejo sentimiento ya éste de empeñarse en lograr, con la forma más exigua, una más amplia comunicación


Pero ya sea simple a compleja, el hombre crea música a la escucha, porque es algo que responde a su propia interiorización. “Cualquiera que llegue al fondo de sí mismo, sabrá lo que es la música”, verso célebre de Severino Boecio que tal vez nos dé la clave de todo cuanto hemos dicho. Y al fondo de si mismo llegó Schubert, cuando escribió su composición A la Música. Beethoven, al principio de su Misa Solemne, escribió: Música que vino del corazón, al corazón vaya. Este es el verdadero sentido e interpretación de la música.